La actual pandemia está generando un grave impacto en la economía mundial, afectando a todos los niveles de la actividad comercial.
Uno de los muchos perjuicios que está sufriendo el tejido empresarial es el aumento de los impagos por parte de clientes.
Es por esta razón por la cual las empresas proveedoras de bienes y servicios deben estar preparadas ante esta situación y establecer las medidas necesarias para garantizar el cobro de su derecho de crédito.
La principal actuación a llevar a cabo es mejorar la juridicidad de las operaciones comerciales, con el objetivo de facilitar el cobro de sus prestaciones.
Para entender esto es conveniente poner un ejemplo:
Tras un contrato de compraventa mercantil, tanto la parte vendedora como la parte compradora están recíprocamente obligadas al cumplimiento de sus obligaciones; Hacer la entrega del bien o la prestación del servicio, y pagar el precio en el plazo acordado.
Cuando el comprador no realiza el pago del precio en el vencimiento de la obligación, incurriría automáticamente en mora y el acreedor debería iniciar las actuaciones necesarias para gestionar el cobro de la deuda impagada.
Es aquí cuando surge el verdadero problema para las empresas, ya que según el Derecho Mercantil es el acreedor al que le corresponde la carga de la prueba, es decir, que debe probar de manera fehaciente la existencia real de un derecho de crédito sobre el deudor, bastándole a este último probar los hechos que sean suficientes para impedir o quitar fuerza a la reclamación de esa deuda.
Por tanto, objetivamente, la parte acreedora de un derecho de crédito se encuentra en una situación de desventaja ante el deudor en términos de prueba. Es por esta razón por la cual el acreedor debe dotar a toda operación comercial de la correcta documentación con la finalidad de acreditar la deuda, lo que favorecerá el cobro de los impagos ante una posible controversia.
Las mejores formas de documentar las transacciones entre comprador-vendedor son aquellas que permiten justificar cuatro aspectos:
- La voluntad del comprador de adquirir el bien o servicio. Algunos de los documentos más utilizados para ello son la orden de compra o el pedido.
- La prueba que se ha hecho entrega material del bien o la realización del servicio. Por ejemplo, el albarán de entrega o carta de porte.
- La prueba del precio que debe pagar el cliente, así como el plazo convenido. La factura.
- por último, otro de los documentos más importantes que deben estar presentes en toda venta, es el contrato mercantil. La existencia de este es la clave del éxito de las operaciones, ya que si reúne los requisitos legalmente exigidos, el deudor quedará obligado a asumir lo pactado, en especial aquellas cláusulas o pactos que se deriven de este.
Es decir, con la posesión de todas estas clases de documentos, el derecho de crédito se verá reforzado legalmente y se dotará de estabilidad jurídica a la operación comercial.
Fdo.- Alejandro Sánchez.